caída del mercado

Las caídas del mercado son una desafortunada certeza en la vida de cualquier inversor. Para aquellos que tengan la suerte de no haber experimentado nunca la sensación de mirar su cartera y ser recibidos por un mar de rojo, su momento llegará inevitablemente. La forma de reaccionar ante esto es lo que suele separar a los inversores de éxito del resto.

Con la extrema volatilidad que sufren actualmente los mercados, es fácil sentir miedo. Teniendo esto en cuenta, he aquí algunos consejos sobre cómo manejar una fuerte caída y salir sano del otro lado.

No entres en pánico, no vendas, no hagas nada

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El primer consejo, y el más importante, es que no cunda el pánico. Como demuestran los numerosos desplomes bursátiles anteriores, el mercado acabará recuperándose. Si entras en pánico y empiezas a vender, podrías privarte de posibles ganancias a largo plazo.

Es muy fácil dejarte atrapar por las noticias diarias, en las que se dice que el cielo se está cayendo y que ninguna empresa se recuperará jamás. Recuerda la historia del mercado de valores.

Al salir de tus posiciones estás bloqueando una pérdida, a pesar de que es estadísticamente probable que el mercado se recupere. Lo más difícil de hacer en tiempos de inestabilidad es no hacer nada, pero al perfeccionar este temperamento puedes colocarte en la mejor posición posible para superar al mercado.

Recoge tus pensamientos

Una vez que hayas evitado los inevitables sentimientos de pánico asociados a una cartera en espiral, es el momento de ordenar tus pensamientos. En concreto, considera tu calendario de inversión y reevalúa tus posiciones actuales.

El pensamiento a corto plazo puede ser extremadamente peligroso para cualquier cartera. Recordando tu propia línea de tiempo puede recuperar algo de claridad. Una perspectiva de 20 años hace que cada informe de beneficios sólo sea representativo del 1,25% del tiempo que tiene previsto poseer una acción. Las grandes empresas no se derrumbarán por un mal informe de resultados, así que recuerda que debes alejarte y pensar a largo plazo.

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Recuerda las razones por las que ya tienes los valores en tu cartera. Si los hechos subyacentes de estas empresas no han cambiado, tampoco deberían hacerlo tus convicciones. Las empresas siempre subirán y bajarán a corto plazo, pero los inversores con éxito aguantarán esta agitación y saldrán del otro lado con una empresa de éxito.

Ponte a la defensiva

Una vez evitado el pánico y centradas tus ideas, puedes pasar a la acción. En primer lugar, evalúa la diversidad de tu cartera. Si es posible, debes buscar la diversificación de múltiples maneras: geográficamente, estilísticamente y a través de diferentes industrias. De este modo, protegerás tu cartera asegurándote de que no se vea demasiado afectado por un solo problema.

A continuación, considera la posibilidad de rotar hacia algunos valores defensivos. Ciertos sectores tienden a funcionar bien en una recesión económica, como los ETF que son la forma más eficaz de hacer una inversión en la actualidad. Poseer valores con buenos resultados en estos sectores podría ayudar a mitigar cualquier problema del mercado en general.

Por último, considera la posibilidad de anclar tu cartera con valores de gran capitalización y líderes del mercado que, con toda probabilidad, podrán capear fácilmente cualquier período de dificultades económicas. Apple (NASDAQ: AAPL) y Berkshire Hathaway (NYSE: BRK.B) son dos de los valores que le vienen a la mente de inmediato.

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Pasa a la ofensiva

Una vez que tu cartera esté adecuadamente asegurada contra una nueva recesión, puedes considerar la posibilidad de realizar algunas compras si la situación te lo permite. Haciendo movimientos calculados, podrías asegurarte acciones valiosas con descuento. Muchos inversores se alejan de los valores de alto crecimiento en una recesión por miedo. Si las propiedades subyacentes de estas empresas siguen siendo fuertes, podrías invertir mientras están infravaloradas.

Ten cuidado de comprar sólo lo que pueda permitirte. Utilizar una estrategia como la de promediar el coste en pesos podría ser especialmente útil en este caso para eliminar parte de la emoción de tus compras.