ETF

Zambullirse de cabeza en el mercado de valores puede resultar intimidante, ¿por dónde empezar? Si es un inversor autodirigido, la idea de tener que elegir todas sus propias inversiones podría ser suficiente para evitar que comience. Pero en lugar de centrarse solo en acciones individuales, comenzar con los fondos cotizados en bolsa (ETF) podría ayudar.

 

No se deje intimidar por el acrónimo: este vehículo de inversión de tres letras puede ser una valiosa adición a las carteras de los inversores en cualquier nivel. ¿Interesado y quieres saber más? Comience con nuestra guía para principiantes de ETF.

 

Primero, los conceptos básicos de los ETF

Comencemos con una definición: los ETF son fondos que reúnen el dinero de muchos inversores para invertir en una canasta de valores que puede incluir acciones, bonos, materias primas, etc. Eso significa que cuando invierte en un ETF, va a ser expuestos a todos los valores subyacentes mantenidos por ese fondo (que pueden ser cientos).

 

Una característica importante de muchos (pero no todos) los ETF es que normalmente se gestionan de forma pasiva. Eso significa que en lugar de tener un administrador de cartera que utiliza su mejor criterio para seleccionar valores específicos para comprar y vender, intenta replicar el rendimiento de un índice específico. Un ETF podría hacer esto rastreando un determinado índice (como el Dow Jones Industrial Average) y manteniendo una colección de valores de ese índice. O podría rastrear una industria (como la biotecnología) invirtiendo en acciones de una variedad de empresas dentro de ese sector.

 

Otra cosa que debe saber sobre los ETF es que se negocian como acciones en la bolsa de valores (de ahí el nombre de fondo cotizado en bolsa). Esto es importante porque significa que los ETF se compran y venden durante el día de negociación, y el precio de una acción de ETF puede fluctuar por encima o por debajo de su valor liquidativo (NAV) en función de la oferta y la demanda.

 

Aunque los ETF y los fondos mutuos pueden parecer similares desde el exterior, ambos son cestas de valores en las que, por lo general, miles de accionistas invierten, los ETF y los fondos mutuos tienen algunas diferencias importantes. Por ejemplo, los fondos mutuos generalmente se administran de manera activa. Y a diferencia de los ETF que se negocian a lo largo del día, los fondos mutuos se compran y venden solo una vez al día. El precio de los fondos mutuos se establece una vez cada 24 horas en función de su valor liquidativo al final de cada día de negociación.

 

A continuación, ¿en qué tipos de ETF puede invertir?

Existen varios tipos de ETF. Dado que se negocian fácilmente en el mercado de valores, los ETF que invierten en activos como materias primas o divisas pueden ser un vehículo disponible para los principiantes que buscan exposición a mercados nuevos o más avanzados.

 

ETF de acciones: los ETF de acciones rastrean un conjunto particular de acciones. Pueden rastrear estas acciones en función de su índice o industria. Dado que las acciones están sujetas a la volatilidad del mercado, pueden ser una buena opción para los inversores a largo plazo, ya que un horizonte de inversión más largo permite que los valores tengan más tiempo para recuperarse en caso de que el mercado experimente una recesión periódica.

 

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