A pesar de las recientes acciones regulatorias de los gobiernos que pueden dificultar que los accionistas presenten resoluciones, el activismo económico de los accionistas relacionado con ESG continuará aumentando en la década de 2020. Durante décadas, las resoluciones de los accionistas han servido como un mecanismo mediante el cual los inversores podían identificar y examinar problemas de gobernanza (incluida la gobernanza ambiental y social), lo que ha llevado a la reforma de las prácticas corporativas y la adopción de estándares (por ejemplo, elecciones anuales de directores y acceso a representantes, entre muchos otros temas). Hasta hace poco, los administradores de activos habían participado en gran medida en impulsar el cambio en las prácticas corporativas al reaccionar a las propuestas de los accionistas o las políticas de los asesores de representación.
También lee: Inversión sistemática en renta fija
Sin embargo, en los últimos cinco años, muchos administradores de activos importantes y prominentes cambiaron a una postura más proactiva, y ha habido un mayor liderazgo de los administradores de activos en la introducción de reformas y la responsabilización de las juntas por un estándar más alto de prácticas ESG. A pesar de esto, las resoluciones de los accionistas continuarán desempeñando un papel importante para impulsar el cambio, incluso si el proceso de presentación de propuestas se vuelve más desafiante para los proponentes.
Activismo económico: la gobernanza como motor del cambio
Espere que los factores de gobierno corporativo ocupen un lugar más prominente en las luchas por poderes, ya que los luchadores del activismo económico intentan construir un caso para el reemplazo de los miembros de la junta. La opinión de que una mejor gobernanza puede mejorar la rentabilidad de los accionistas a largo plazo resuena en un número creciente de grandes gestores de activos (incluidos los fondos indexados destacados), lo que indica que un buen rendimiento financiero por sí solo no será suficiente para proteger a las empresas del activismo económico. Los factores financieros que hacen que las empresas sean vulnerables al activismo económico seguirán impulsando los principales argumentos. Sin embargo, espere que las campañas de activistas se centren en el gobierno corporativo como un medio para desbloquear aún más retornos superiores. La supervisión deficiente de los problemas ambientales y sociales que tienen un impacto material en las empresas también puede usarse contra la administración en situaciones controvertidas.
Datos y tecnología: los análisis más inteligentes impulsan las prácticas y los protocolos de ESG
Los datos y la tecnología impulsarán cambios significativos en nuestra capacidad para medir, calcular y monitorear los factores ASG y evaluar su importancia e impacto en la creación de valor a largo plazo. Una mejor visibilidad de métricas desafiantes como el consumo de recursos y la biodiversidad probablemente permitirá la creación o mejora de marcos y objetivos internacionales sobre varios temas clave, reflejando el Acuerdo Climático de París. Las divulgaciones mejoradas y estandarizadas brindarán a los inversores la capacidad de evaluar los impactos de los factores ASG en las valoraciones. Se espera que la inteligencia artificial desempeñe un papel importante en la identificación de patrones que relacionen el desempeño económico con los factores ASG. Además, las empresas que puedan medir mejor sus impactos y riesgos ESG estarán mejor posicionadas para tomar mejores decisiones de asignación de capital.
Demostrar liderazgo en ESG se convertirá en última instancia en un factor diferenciador para las entidades de los sectores público y privado, y los participantes del mercado tienen mucho que ganar si adoptan la administración ESG como parte de su ventaja competitiva.
