Una estrategia de inversión equilibrada es una forma de combinar inversiones en una cartera que tiene como objetivo equilibrar el riesgo y el rendimiento. Por lo general, las carteras equilibradas se dividen en partes iguales entre acciones y bonos.
Las estrategias de inversión de equilibrio se encuentran en la parte media del espectro de riesgo-recompensa. Los inversores más conservadores pueden optar por estrategias de preservación de capital. Mientras que los inversores más agresivos pueden optar por estrategias de crecimiento.
Comprendiendo qué es una estrategia de inversión equilibrada
Hay muchas formas diferentes de armar una cartera, dependiendo de las preferencias y la tolerancia al riesgo del inversionista involucrado.
Cautela ante todo
En un extremo del espectro, tiene estrategias que apuntan a la preservación del capital y los ingresos actuales. En general, consisten en inversiones seguras pero de bajo rendimiento. Como por ejemplo, certificados de depósito (CD), bonos de alto grado, instrumentos de inversión del mercado monetario. Además de algunas acciones que pagan dividendos de primera clase.
Estas estrategias son más apropiadas para los inversores que están más preocupados por preservar el capital que ya tienen y menos preocupados por aumentarlo.
Arriesgar para ganar
En el otro extremo del espectro, tiene estrategias dirigidas al crecimiento. Estas estrategias más agresivas generalmente implican una ponderación mucho mayor de las existencias, incluidas aquellas con pequeñas capitalizaciones de mercado.
Si se incluyen los instrumentos de renta fija, pueden tener calificaciones crediticias más bajas o menos seguridad, pero ofrecen un rendimiento más alto. Como en el caso de obligaciones, acciones preferentes o bonos corporativos de mayor rendimiento.
Estas estrategias son mejores para los inversores más jóvenes con alta tolerancia al riesgo, que se sienten cómodos aceptando una mayor volatilidad a corto plazo. A cambio de mejores rendimientos esperados a largo plazo.
El papel del equilibrio
Los inversores que se encuentran entre estos dos campos pueden optar por una estrategia de inversión equilibrada. Esto consistiría en mezclar elementos de los enfoques más conservadores y agresivos.
Por ejemplo, una cartera equilibrada podría consistir en un 25% de acciones de primera clase que pagan dividendos. Un 25% de acciones de pequeña capitalización. Un 25% de bonos gubernamentales con calificación AAA y un 25% de bonos corporativos con grado de inversión.
Aunque los parámetros exactos se pueden ajustar de muchas maneras diferentes, la mayoría de los inversores equilibrados buscarán retornos moderados de su capital junto con una alta probabilidad de preservación del capital.
En el pasado, los inversores necesitarían reunir sus carteras manualmente comprando las inversiones individuales involucradas. De lo contrario, tendrían que depender de profesionales, como asesores de inversiones o servicios ofrecidos a través de sus instituciones financieras.
Hoy, sin embargo, las plataformas en línea han proliferado, lo que permite a los inversores invertir automáticamente dinero en una selección de estrategias organizadas por tolerancia al riesgo. Para los inversores de hoy, el proceso de asignación de cartera es más accesible que nunca.
Al determinar qué estrategia seleccionar, es importante que los inversores consideren no solo su capacidad objetiva para asumir riesgos. Tal como su patrimonio neto y sus ingresos, sino también su tolerancia subjetiva al riesgo.
